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viernes, 25 de abril de 2014

Vuelta a las berenjenas raras

He vuelto a tropezar en el mercado
con esas berenjenas tan chocantes,
de las que en otro post había hablado,
que son violetas, finas y elegantes.
Queriendo hacer un plato interesante
las dividí en cilindros promediados
y luego en dos mitades y al instante
las puse en un cacharro enaceitado.
Las cociné en  el horno ya caliente
con poca sal  y aceite sazonadas.
Ralladura de queso y picadillo
de jamón remataron el invento
que gratiné en el horno un momentillo
y aquel que lo probó quedó contento.




Reconozco que la receta es muy simple, pero el resultado es sorprendentemente sabroso. El queso el gratinarse forma un corteza deliciosa y el conjunto tiene un sabor muy incitante. El único problema es que cunden poco porque se reducen bastante con la cocción. No es un plato para satisfacer a una familia hambrienta, pero sí un entrante muy agradable para dos, por ejemplo.