Compartimos la devoción por el bacalao y me ha enviado este soneto en recuerdo de unos buñuelos muy ricos que degustamos en compañía, allá por 1993 o 1994, ¡cómo pasa el tiempo!
Buñuelos de bacalao un sábado en
Barcelona
Coger el metro para ir al mercado.
Después del café con leche y las
pastas
echarle un ojo al puesto del
pescado
en salmuera. Controlar cuánto
gastas:
bacalao, perejil, ajo y patatas
(no te olvides de comprarme dos
huevos).
Ya que estamos, ¿por qué no me
baratas
aceite del bueno, de olivos nuevos?
Desalar y hervir el bacalao, junto
con las patatas. Usar el mortero
para el perejil y el ajo. Batir
mucho la clara del huevo. Reunir
todo con la yema. No usar salero
y freír atentamente, sin unto.
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