Lo único que tiene de particular esta receta de estofado es que la carne se pone en un trozo y se parte cuando ya está hecha, antes de servir.
Ingredientes
para 4 personas
1 kilo
de aguja de ternera blanca en un solo trozo
1
cebolla
2
o 3 zanahorias
¼ kg
de champiñones
Unas
cuantas cebollitas francesas
Un
vaso de vino blanco
Sal,
pimienta, aceite
Picar
la cebolla y las zanahorias. Poner a calentar en poco de aceite en la olla que
se vaya a utilizar, y refreír la carne por todos lados a fuego vivo. Salpimentar
cada cara de la carne cuando esté tostada. Añadir las hortalizas picadas y
rehogarlas hasta que dejen de soltar agua y se vea que están trabadas. Se puede
poner también, junto con la cebolla y la zanahoria, un tomate pequeño, picado y
limpio de piel y semillas, que da buen color a la salsa. Regar con el vino, y
si se ve que queda escaso de líquido, añadir un poco de agua o caldo. Dejarlo
cocer a fuego lento el tiempo que sea necesario para que la carne quede muy
tierna. Con una hora u hora y media suele bastar. Todo esto se puede hacer en menos
tiempo en la olla presión.
Mientras
se hace la carne, limpiar los champiñones y trocearlos en mitades o cuartos,
según el tamaño. Rehogarlos en una sartén con mantequilla, sal, pimienta y un
chorrito de zumo de limón, hasta que dejen de soltar agua.
Pelar
las cebollitas y dorarlas en un cazo u otro recipiente en el que quepan justas con
un poco de mantequilla. Cuando se doren un poco, añadir sal, pimienta y agua o
caldo suficiente para que queden cubiertas. Dejarlas cocer a fuego suave hasta
que se puedan atravesar fácilmente con un cuchillo. Reservar ambos ingredientes
Cuando
la carne esté tierna, sacar la pieza y cortarla en tacos, que no sean muy
pequeños. Pasar la salsa con las verduras por el chino o, si se prefiere,
triturarla con una batidora de brazo. Volver a ponerla al fuego, añadiendo la
carne, los champiñones y las cebollitas, y dejar que el conjunto de unos
hervores. Servir bien caliente acompañado de patatas fritas en cuadritos, arroz
blanco o la guarnición que se prefiera.
Las cebollitas y champiñones no son indispensables, aunque le dan muy buen sabor al plato y mejoran la presentación. Sobre todo, si se va a servir el estofado a niños con antecedentes melindrosos, no merece la pena añadir este detalle, porque es probable que no quieran probar ninguna de las dos cosas.
Las cebollitas y champiñones no son indispensables, aunque le dan muy buen sabor al plato y mejoran la presentación. Sobre todo, si se va a servir el estofado a niños con antecedentes melindrosos, no merece la pena añadir este detalle, porque es probable que no quieran probar ninguna de las dos cosas.
Las cebollitas francesas glaseadas las subí yo el otro día para el cooking for torpes ;)
ResponderEliminarContundente plato. Tomo nota.
Hola, Zen, he visto tu receta, estupenda. Muchas gracias.
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