Una receta muy secilla y rápida con la que podéis quedar como cocineros de categoría. Está mejor de un día para otro.
Se puede usar cualquier tipo de curry, pero yo os recomiendo
este
Se encuentra facilmente y da buen resultado. Hay variedades más picantes, pero a mí me gusta este.
Una pechuga de pollo cortada en dados
Dos o tres cebollas grandes
Cuatro zanahorias
Vino blanco
Sal
Arroz basmati
Mantequilla
Preparar un adobo con un par de cucharadas de curry disuelto
en un vaso de vino blanco seco, y meter en él los dados de pollo. Con el tiempo
que tarden en hacerse el resto de los ingredientes bastará para que se impregnen del sabor.
Picar menuda la cebolla y la zanahoria.
Poner un poco de aceite en una cazuela y rehogar en él la
cebolla y la zanahoria, tapar y dejar que se hagan bien, hasta que
queden muy blandas. Si se secaran demasiado, se puede añadir un poco de agua o
vino blanco.
Añadir a la cacerola el pollo con su adobo. Si se ve que
tiene poco caldo añadir algo más de vino, y poner la sal, con precaución, porque el
curry ya tiene, aunque siempre hay que darle su punto.
Dejar que cueza todo junto, hasta que se vea que el pollo
está hecho, 15 o 20 minutos, como mucho. Y ya está listo. Puede tomarse
inmediatamente, pero está mejor reposado, aunque para servirlo conviene volver
a calentarlo.
Cuando se vaya a sacar a la mesa, cocer el arroz. Cuando esté
en su punto, rehogarlo con un poco de mantequilla y, si gusta, añadirle unas
pasas y unas hebras de azafrán.
Se puede presentar en una fuente, poniendo en el centro el
arroz y el pollo alrededor, bien caliente.
Además de pasas, se pueden añadir al arroz unos piñones, que mejoran mucho la textura del guiso.
ResponderEliminarCon los restos (salvo el arroz, claro, pero sí con las pasas y los piñones)y un poco de mayonesa se pueden preparar unos sandwiches de rechupete.
Gracias, Carlos, que sé que este anónimo eres tú. Tengo que probar uno de esos sandwiches, lo malo es que nunca me sobra, tendré que guardar un poco antes de sacarlo a la mesa.
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